"En estos momentos de graves injusticias, guerras devastadoras, desplazamientos masivos, miseria absoluta y otras causas de padecimientos provocados por el hombre, el Día Internacional de la Felicidad es una oportunidad mundial para proclamar la primacía de la paz mundial, el bienestar y la alegría."
Ban Ki-moon (Secretario General de las Naciones Unidas).
Desde el año 2013 las Naciones Unidas viene celebrando el Día Internacional de la Felicidad tal día como hoy. Esta jornada debe invitar a la reflexión y la Organización de Naciones Unidas trata de contribuir a este hecho a través de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para luchar contra la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta.
Día Internacional de la Felicidad (Consumo, Pobreza, Desigualdad, Medio ambiente).
Si buscamos en el diccionario el término felicidad hace referencia al estado de grata satisfacción espiritual y física, la ausencia de inconvenientes o tropiezos o aquella persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.
En esta línea, tratar de medir la felicidad de una nación tiene su representación en Bután, un pequeño estado del Himalaya que ha incorporado la calidad de vida a sus ciudadanos como un objetivo prioritario. Para ello disponer de un indicador de "Felicidad Interior Bruta", que recoge, por ejemplo, el acceso a la asistencia sanitaria, la conservación de los recursos naturales o el tiempo que se puede disfrutar en familia. Pero no solo es Bután, países como Japón están planteándose adoptar indicadores de progreso similares al FIB.
En esta búsqueda de la felicidad debemos tener en cuenta aspectos del día a día que pueden contribuir a confundir el objetivo de medir la felicidad de una población. En palabras de Jacques-Yves Cousteau (1910 - 1997) "el sistema de mercado, como el que vivimos hoy, es lo que más daño hace al planeta, porque todo tiene un precio, pero nada tiene valor. Como el largo plazo no tiene precio en el mercado actual, el destino de las futuras generaciones no se tiene en cuenta en la ecuación económica".
Sin embargo no debemos perder de vista que los valores a los que hace referencia Cousteau o cualquier de nosotros a la hora de poder medir dicha felicidad entran en conflicto con las circunstancia del presente que nos han llevado a crear un sistema económico con sus carencias, pero también con sus virtudes.
"Muchas veces una medida cuyo objetivo principal sea resolver un problema concreto provocará importantes efectos sobre otros aspectos de la economía. Consideremos el ejemplo de la contaminación. Si aceptamos la pretensión de que eliminar la contaminación debe ser la máxima prioridad en cualquier sociedad, tendremos que eliminar el empleo de todos los productos que contaminan y cerrar todas las fábricas que emiten contaminantes. Esto daría origen a un desempleo en la economía muy por encima del suficiente para causar una depresión económica, que privaría a los consumidores del empleo de la gasolina y de los plásticos (por no citar mas que dos productos), impediría casi todas las formas de transporte y exigiría la evacuación de las numerosas ciudades que carecieran de instalaciones adecuadas para el tratamiento de las basuras y las aguas residuales. Así pues, en economía no se trata tanto de ordenar por prioridades, sino de establecer un equilibrio en las medidas económicas. Los aspectos positivos y negativos de cualquier medida tienen que contrapesarse". Adaptado de Lancaster, K. Economía Moderna I, extraído de Cabrera, A.: Economía.
En definitiva construir un índice que pueda medir la felicidad de las personas en la economía debe tener en cuenta sus valores.
- Un valor importante de la sociedad actual es la eficiencia u obtención de la máxima producción con los recursos disponibles. Dicho indicador lo deberíamos medir como un límite que debe tender al uso de unos recursos disponibles que permitan la recuperación del medio sin comprometer los recursos futuros y para que contribuya a medir nuestra felicidad debemos tener inculcado un valor en base al altruismo y que eso nos generé satisfacción en nosotros.
- Otro valor importante es la equidad que se mide a través de una distribución de la renta que corrija las desigualdades. La corrección de dichas desigualdades también debería producir satisfacción en las personas siempre que dicho reparto consiga mirar por encima de las fronteras de una nación.
- Debe existir una seguridad económica o protección frente a los riesgos económicos no solo en forma de prestaciones o ayudas a los desfavorecidos de una determinada parte del planeta. Que existe protección para unos y no para otros debería producirnos rechazo si el rasero de la igualdad no nos mide a todos de la misma forma.
- Dotar de libertad económica para que los consumidores puedan decidir donde gasta su renta, libertad de los trabajadores para elegir donde trabajar y libertad en los empresarios para establecer un negocio respetando los derechos de los trabajadores y haciendo que estos sean felices en sus respectivos trabajos.
- Asegurar la sostenibilidad y fomentar la solidaridad como ejes de un modelo económico que mire hacia el futuro y no sea egoista
Si hacemos un listado con las cosas que nos hacen felices podremos determinar unas cuantas líneas de actuación que nos ayuden a medir dicha felicidad: horas que pasamos con amigos, con nuestra familia, haciendo un trabajo que nos gusta y nos reconforta, acciones solidarias y altruistas sin esperar nada a cambio, compartir la información que tenemos para que otros puedan ver "como gigantes", etc.
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